martes, 24 de marzo de 2009

Un bledo


Mi mejor amiga y su novio han dejado su relación después de cuatro años.

- Ai... ¿encontraré a alguien mejor que él? - me dice mientras le tiembla la barbilla.
- ¡Claro que sí! Lo encontrarás.

Y ahora me como mis palabras. ¿Y yo? ¿Lo encontraré? El único que ha supuesto un punto y aparte en mí misma siempre ha sido Olivier. Pero nunca lo he podido llamar relación, porque ninguno de los dos ha querido. Entonces, ¿seré capaz de tener una relación? ¿Existe alguien que me pueda llenar como lo hace Olivier?
Sincera y honestamente, no me preocupa. No me importa. Ahora mismo, como decía Red, me importa un bledo. "¡Claro que sí!"


Escaparate del Raval, Barcelona
A ella sí que le importa un bledo

domingo, 15 de marzo de 2009

Ceguera


Cuando quité la manta y me desabroché el pantalón notaba su mirada desde la cama. Hacía mucho tiempo, quizás cinco meses, que no nos acostábamos en la misma cama. Me metí debajo del edredón y fuimos incapaces de tocarnos. Los dos mirando al techo.
- Apesar de todo, me siento cómoda. - le dije.
- Sabes... siempre serás bienvenida en este dormitorio.

Seguimos mirando al techo hasta que nos dimos las buenas noches y apagó la luz.
A oscuras las cosas son de otra manera. Las palabras son más cálidas, los sonidos más espesos y el tacto más puntiagudo. Tenía el corazón acelerado y un importante debate en mi cabeza: "ahora... venga, ahora, le pongo la mano en su brazo y le beso... no, pero, y si no se mueve... y si no me besa, pero no lo creo... pero y si... venga, ahora, sí... es ahora, ahora, venga... ¡ahora! ¡AHORA COÑO!". Y me acosté encima de él. Y nos besamos como los dos sabíamos que le gustaba al otro. Y me cogió del pelo, me mordió la oreja, me clavó su aliento en el cuello, me cogió el culo, me arañó la espalda, me abrió las piernas, me seguía mordiendo la oreja. No veía nada. Era oscuro. Y me volvió a besar como me gusta y como a él le gusta.
Y se abrió paso, despacio. Despacio. Y me volví ciega.



Sergi Mora

jueves, 5 de marzo de 2009

El peting es una putada


Hay una "práctica" sexual denominada peting que consiste en magrearse, restregarse, tocarse y otros verbos táctiles con la ropa puesta en lugares públicos. Véase la calle.
Esta adolescente actividad aviva la chispa de la pasión si, obviamente, después se llega a palabras mayores. Esto es, magrearse, restregarse, tocarse y otros verbos táctiles sin ropa en lugares íntimos. Véase en la puta cama.

Ayer por la noche me tocó sentirme una quinceañera, en el portal de mi casa, a oscuras. Con una oreja en su boca y la otra en la calle. Con su culo en una mano y las llaves en la otra. El peting ya es, para mí, una putada.

Puto Olivier...


Una calle del Raval

lunes, 2 de marzo de 2009

Silencio

Dicen que un segundo antes de que explote una bomba se produce un inmenso silencio. La energía que explotará absorve todo sonido cercano y no se oye nada. Nada.
Y yo oigo ese espeso silencio antes de correrme.



Sébastien Tellier - Sexual Sportwear