miércoles, 23 de febrero de 2011

You too can be a LESBIAN


Madre mía, pero qué boyera me estoy volviendo...

lunes, 21 de febrero de 2011

Arañándome la espalda

Domingo, 19:35h, nuestra habitación.


Nos pusimos "Phillip Moris, te quiero". Un film divertido y muy recomendable. A los 20 minutos me dice mi chica que tiene que ir al baño. Lo paro, ella se levanta de la cama y se desnuda ahí mismo, delante de mis ojos.

- Pero ¿¡Qué haces!? - le digo sonriendo.
- ¿Qué pasa? Me meo... - y se va. A los pocos minutos vuelve, gatuna, contoneando sus caderitas, con el pelo alborotado y los calcetines puestos. Mmmm, cómo me gusta cuando lleva los calcetines puestos... Me miró apoyada desde la puerta indicándome con la mirada que debía desnudarme, sí o sí.

Mientras me quitaba los pantalones ella saltó a la cama y cerró el ordenador. Me besó los ojos, la boca, el cuello. Alargó la mano hasta mi mesita de noche. Abrió "el cajón de los juguetes" y sacó el antifaz para dormir, aunque nunca lo hemos utilizado como tal.
Y ahí mismo, a las 8 de la tarde del domingo, me hizo el amor arañándome en la espalda. Una y otra vez, con fuerza, dejando rastro. Y yo no podía ver nada, me tenía cogida, atrapada entre cojines. Lo único que podía hacer era desistir, rendirme ante sus uñas de gata salvaje y gozar.


Michelle Pfeiffer, la mejor y única Catwoman

viernes, 18 de febrero de 2011

jueves, 17 de febrero de 2011

Belladonna

Puede que algunos conoceréis esta actriz de cine porno. Se llama Belladonna, aunque seguramente, al nacer, sus padres le dieron otro nombre. Pero eso no viene al caso.

Esta mujer de cabellera negra y ojos profundos es una de mis fantasías sexuales más salvajes. Hace años, unos cuantos, leyendo un artículo en no se qué revista para modernos de Barcelona, hablaban de ella. Nada especial, sólo que estando embarazada le gustaba tener orgasmos uno detrás del otros, y que el placer de tener los pezones succionados por sacaleches era una experiencia maravillosa. Además, comentaban que ella y Nacho Vidal habían protagonizado una de las escenas pornográficas más calientes del cine. Mi crítica cinematográfica sobre esa escena: "ppfffff, no es para tanto". Lo curioso del tema, y así somos las mujeres, es que en ese artículo había una foto de ella y me fijé en sus ojos. En su mirada. Y me pareció entre aniñada y lasciva.

Poco a poco fui descubriendo su filmografía y sí, realmente me encandiló su manera de mirar mientras algún macho la penetraba. Y sí, suele ser una imagen recurrente en mis masturbaciones nocturnas.


miércoles, 16 de febrero de 2011

La boca de mi chica


Momento robado en la ducha.

viernes, 11 de febrero de 2011

La bestia que llevamos dentro

Hace un tiempecito que sigo los pasos de una artista que ha parido un nuevo término: el Postporno. Ella es María Llopis y me parece muy interesante todo lo que hace.

Curioseando por Youtube encontré una obra que bien representa esa bestia que todas llevamos dentro y la tapamos con vestidos de color frambuesa. "La Bestia" no puede definirse con una "liberación" de la mujer porque sería menospreciarla.
(Lo que me sorprende es que todavía siga en pié en Youtube, así que aprovechemos).



lunes, 7 de febrero de 2011

Kim Kadarshian

Dentro del mundo del famoseo hay mujeres que me parecen muy atractivas, bellas y disfruto observando detenidamente sus fotografías. Pero hay otras que me encienden como una cerilla. Ella es Kim Kadarshian, una chica que se hizo famosa por ir a la moda: rodar un vídeo casero con su chico en varias posturas excitantes. Todavía no he podido ver el vídeo, así que si alguien sabe dónde está se lo agradecería.
El caso es que hace unos años, en mi lectura semana de la Cuore, descubrí una imagen suya que me dejó atónita. Una instantánea tremendamente sugerente que me captó los ojos, el estómago y el clítoris, valga la sinceridad.
Esta es dicha imagen:


La sensualidad y delicadeza en la curvatura de la cadera me robó el sentido y creo que estuve 5 minutos de reloj analizando su cuerpo. Por entonces no sabía lo que era estar con una mujer. Mis encuentros sexuales eran, única y exclusivamente, masculinos, pero esa explosión de sensualidad femenina despertó mi lado más erótico.
El pelo mojado a un lado, cayendo sobre dos tersos, orondos, generosos y hermosísimos pechos. Un estómago amplio, decorado con un diminuto ombligo y acabado en una maravillosa cadera.

Hace unos días, buscando la imagen de arriba, encontré una instantánea de otro de los baños de Kim. Una imagen tremendamente sugerente aunque, eso sí, mucho más explosiva, muchísimo más sexual.



Definitivamente hay mujeres que nacen con un trocito del espíritu de Venus.

viernes, 4 de febrero de 2011

Si chupas muchas pollas...

Hace unas semanas estábamos, mi madre y yo, sentadas en el sofá. Era sábado y me tocaba la visita de rigor para llenar tuppers y solventarle a mi padre problemas "informáticos".
Ojeando no sé qué diario me comenta una noticia que decía algo así como que el papiloma puede afectar, también, al cuello. No al cuello del útero, que es lo común, sino al cuello de la cabeza. Esa ramificación que nos sostiene el cerebro, los ojos y el pelo.

- No lo entiendo... - dice mi madre.
- Mamá, lo que quieren decir es que si realizas muchas felaciones el papiloma también puede desarrollarse en el fondo de tu garganta. - le digo profesionalmente con una sonrisa políticamente correcta.
- Vamos, que si chupas muchas pollas te puede salir cáncer de cuello. Es lo mejor que he oído en tiempo. Tú sí que tienes suerte hija mía: nada de condones y nada de papilomas ni en el útero en en la tráquea... - en ese momento intenté abrir la boca para decir algo pero su verborrea estaba en plena ebullición - ¡Que suerte tienes de no tener pollas cerca!

Y entonces preferí cerrar la boca, para evitar cánceres y más comentarios como ese.

miércoles, 2 de febrero de 2011

El chico de seguridad


Metida en la rueda de prensa del Primavera Sound 2011, y con un aluvión de nuevos y suculentos artistas para este verano, me viene a la mente un episodio picantón que me ocurrió el año pasado.

Debían ser las 6 de la mañana del último día del Primavera. Salíamos del escenario más electro del festival, después de meternos en vena el techno de Diplo, y, a trompicones, llegamos al metro. Ahí estábamos, la pandilla de la fiesta, con caras medianamente aceptables, y mucho cansancio en las piernas. En unas paradas subieron al vagón dos guardias de seguridad del metro de Barcelona. Parecían una caricatura de ellos mismos: uno bajito, gordo y con cara de mala leche, y el otro alto, joven, guapo. Guapísimo.

- Señorita, si fuese un ladrón ya le hubiese robado el bolso - me dice por la espalda.
- Gracias majo, pero vengo del Primavera, y si allí no me han robado ni las bragas es que soy buena defensora de lo mío - le digo. Me sonríe tímidamente. Tiene algo de pecas, pelo muy corto y lleva el chaleco naranja muy apretado. Está buenísimo y no soy la única que se ha dado cuenta. Toda la fauna femenina del metro está apuntándolo con sus ojos de leonas.
- ¿Qué tal por allí? - me preguntó en el momento exacto en el que el vagón hizo un giro y casi se me cae encima.
- Muy bien, buena música pero faltaban chicos guapos - le digo. Mi amiga, pegada a mi hombro y babeando por el chico de seguridad, me pellizcó el brazo. Esto sucedió en verano y yo ya estaba con mi chica. Pero no sé, será la noche, la madrugada o lo que sea que, a veces, me sale mi lado zorrona.
- Qué pena, hoy me tocaba trabajar... - me dice el bombón. Su compañero lo llamó con un gesto de cabeza y, ante toda la gente ahí presente, todas las tías que babeaban por ese maromo, el chico se me acerca a la oreja y me dice - Llámame... - y me mete en el bolsillo de la falda un papelito. Se aleja y yo creo sentirme húmeda.

Miro mi papelito y sí, ahí había un número de teléfono. ¿Cómo puede ser que alguien lleve su número de teléfono apuntado en un papel? ¿Por si le ocurre algo? No... para ligar. Sobra decir que en otras circunstancia lo hubiese llamado, sin ningún problema. Pero mi chichi pertenece a un chichi y no me apetecía salir con un tío que lleva su propio número de teléfono apuntado en un trozo de papel. Así que me giré y le dí el teléfono a una chica que estaba sentada en el suelo y no paraba de mirarme con cara de envidia y rabia profunda.
- Toma, un regalo - Y bajé en mi parada meterme en la cama junto al cuerpo desnudo y calentito de mi mujer.


Concierto Primavera 2010
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