
Los paletas son seres bien curiosos.
Representan la esencia viva de esa "bestia animal masculina" amoldada al siglo XXI.
Las principales características de este ser consisten en:
- Casco blanco/amarillo/rojo u otro color.
- Mono de trabajo azul eléctrico.
- Cinturón con destornilladores, cables, tijeras y otros utensilios.
- Cigarrillo en boca.
- Botas de montaña.
- Y, sobretodo, su lenguaje verbal.
El "piropo", comunicación exclusiva dentro de esta comunidad, se basa en decir frases hechas (y muchas veces deshechas) a miembros femeninos de otra especie.
Esta es una pequeña y real copilación de "piropos":
- "¡Moreeeena! Deja que estruje mi limón en tu almeja".
- "Moreeeena, eso no es caminar, eso es romper aceras"
- "Me ha entrado hambre... ¡déjame probar tus melones, moreeeena!"
- "Moreeeen, ¡que viva España, y tus curvas!"
- "¡Aaaaaaiii! Moreeeena, que culitoooo..."
Y así hasta el infinito. Cabe destacar el adjetivo/sustantivo "morena". Lo emplean para designar tanto a féminas rubias, castañas, pelirrojas y las que corresponden al mismo color de la cabellera ya designada.
A nivel personal, me gustaría ilustrar a los posibles paletas que lean este post que un "piropo" debería seguir las directrices del que me dijeron hace una semana escasa:
- "Oye, morena....
- ...
- Oye... perdona... que se te ha caido algo.
- (me giro)
- ¡El papel que te envuelve bombóooooon!"
Es efectivo, pues provoca en la "piropeada" una retroalimentación o feedback, haciendo que se gire y mire a los ojos a su "piropeante". Y además te dá una alegría.
Imagen: vistas desde mi balcón.