
Cuando me va a venir la regla, como muchos ya sabemos, me vuelvo muy sensible. Ligeramente sensible sentimentalmente y exageradamente sensible físicamente.
No me puedo depilar, porque se me hace insoportable.
Si me rozan, los pezones borbotean dolorosamente.
Y puedo llegar a perseguir a alguien por la calle sólo por su perfume.
Y el mejor olor visceral que conozco es el del aliento matinal. Cuando todavía Morfeo me coge de la mano y con la otra rebusco entre las sábanas, ese aroma consigue despertar mis sentidos aún sin estar en vísperas del período.
Asomo la nariz a su boca y sorbo su aroma. Porfundamente. Abriendo el pecho, los bronquios, la boca... mi sexo.
Bebo de su boca y él de la mia.
Huelo su pelo, una mezcla entre champú de cítricos y humo.
Sus manos huelen a mí. Todavía. Desde ayer.
Y yo,
yo...
yo apesto a su semen.
Ilustració: Sergi Mora
5 comentarios:
Toma carga de morbo. Te esperaba, como la lluvia en Catalunya. Supongo que has escrito porque estás triste. Creo que empiezo a verlo claro. El egoísta que soy disfruta de tu pena.
Me gustaría poder taparte los piececitos fríos... alguna vez. A lo mejor después de esta vida hay otro reino, y allí se puede vivir de verdad.
Yo necesito olor a fresco, a limpio...a mañana recién estrenada.
Es entonces, cuando ni me conozco...
Kisses!
Mmmmm el sentido del olfato despierta muchos de nuestros sentidos. ¿Sabes que a través del olfato evocamos el pasado?
Muy sexy
Beso
Dónde estás? Respira, vuelve, ya...
A mi siempre me gustó mucho, muchísimo el olor de una cerilla cuando se apaga. Bueno, el olor a fósforo, será.
y qué dulce suenas siempre!
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