viernes, 11 de abril de 2008

Olfato


Cuando me va a venir la regla, como muchos ya sabemos, me vuelvo muy sensible. Ligeramente sensible sentimentalmente y exageradamente sensible físicamente.
No me puedo depilar, porque se me hace insoportable.
Si me rozan, los pezones borbotean dolorosamente.
Y puedo llegar a perseguir a alguien por la calle sólo por su perfume.

Y el mejor olor visceral que conozco es el del aliento matinal. Cuando todavía Morfeo me coge de la mano y con la otra rebusco entre las sábanas, ese aroma consigue despertar mis sentidos aún sin estar en vísperas del período.

Asomo la nariz a su boca y sorbo su aroma. Porfundamente. Abriendo el pecho, los bronquios, la boca... mi sexo.
Bebo de su boca y él de la mia.
Huelo su pelo, una mezcla entre champú de cítricos y humo.
Sus manos huelen a mí. Todavía. Desde ayer.
Y yo,
yo...
yo apesto a su semen.



Ilustració: Sergi Mora

5 comentarios:

W. Somerset dijo...

Toma carga de morbo. Te esperaba, como la lluvia en Catalunya. Supongo que has escrito porque estás triste. Creo que empiezo a verlo claro. El egoísta que soy disfruta de tu pena.

Me gustaría poder taparte los piececitos fríos... alguna vez. A lo mejor después de esta vida hay otro reino, y allí se puede vivir de verdad.

Anónimo dijo...

Yo necesito olor a fresco, a limpio...a mañana recién estrenada.
Es entonces, cuando ni me conozco...

Kisses!

Puta Inocencia dijo...

Mmmmm el sentido del olfato despierta muchos de nuestros sentidos. ¿Sabes que a través del olfato evocamos el pasado?
Muy sexy
Beso

W. Somerset dijo...

Dónde estás? Respira, vuelve, ya...

Clara dijo...

A mi siempre me gustó mucho, muchísimo el olor de una cerilla cuando se apaga. Bueno, el olor a fósforo, será.

y qué dulce suenas siempre!