jueves, 7 de agosto de 2008

Guiris


[El chico inocente no es tan inocente como creía.
Tiene novia pero lleva una temporada asqueado, aburrido. Y, encima, hace unas semanas "te conozco", dice. Animalito, pobre alma perdida. No voy a hacer ningún movimiento, me considero una chica clara y concisa cuando algo me interesa, y él lo sabe.]

De momento el verano en la ciudad parece interesante. Hace un par de días di una vuelta por el centro. Mucha gente, mucho calor, muchos guiris. En Las Ramblas, junto con los vendedores de pájaros, era la única autóctona.
Los guiris, buena especie. Se sientan en las terrazas, se toman su medio litro de cerveza a las 3 de la tarde, para merendar y miran al personal desfilar. Luego cenan en esa misma terraza, con casi tres litros de cerveza en sus venas, alguna paella de la marca Paellador: arroz duro e insípido, vuelven al hotel, se duchan, cambian sus Crocs con calcetines por zapatillas deportivas último diseño, y salen a por "españolitas".
Veranos pasados me divertía con ellos. Son fáciles de convencer, manejar y pervertir. Pero ahora todavía sigue presente la esencia de Olivier, puto Olivier, no hay manera de quitármelo de la cabeza. Hoy, durante el sueño de mi siesta, me decía algo así como "no corras tanto, ahora vengo, tú espérame aquí, a las 12 vendré". Y yo lo esperaba, engalanada con un vestido largo, y esperaba, y esperaba. Y esperaba. Y se hacían las 2 de la mañana, y no aparecía. Y yo sola, sin él, me sentía rota. Hasta que aparecía alguien: "no ha podido venir, mañana". Y me he despertado entre sudores y palpitaciones.

Necesito irme o, al menos, hacer de guiri en mi propia ciudad.


Imagen: Formentera, Illetes. Verano 2004

3 comentarios:

W. Somerset dijo...

Cicatrizará... Illetes es un buen sitio por el que empezar la cura.

unhombrelibre dijo...

Yo me pongo en tus manos,...

Besos, UHL

unhombrelibre dijo...

o mejor dicho en tus dedos

más besos, UHL