lunes, 21 de febrero de 2011

Arañándome la espalda

Domingo, 19:35h, nuestra habitación.


Nos pusimos "Phillip Moris, te quiero". Un film divertido y muy recomendable. A los 20 minutos me dice mi chica que tiene que ir al baño. Lo paro, ella se levanta de la cama y se desnuda ahí mismo, delante de mis ojos.

- Pero ¿¡Qué haces!? - le digo sonriendo.
- ¿Qué pasa? Me meo... - y se va. A los pocos minutos vuelve, gatuna, contoneando sus caderitas, con el pelo alborotado y los calcetines puestos. Mmmm, cómo me gusta cuando lleva los calcetines puestos... Me miró apoyada desde la puerta indicándome con la mirada que debía desnudarme, sí o sí.

Mientras me quitaba los pantalones ella saltó a la cama y cerró el ordenador. Me besó los ojos, la boca, el cuello. Alargó la mano hasta mi mesita de noche. Abrió "el cajón de los juguetes" y sacó el antifaz para dormir, aunque nunca lo hemos utilizado como tal.
Y ahí mismo, a las 8 de la tarde del domingo, me hizo el amor arañándome en la espalda. Una y otra vez, con fuerza, dejando rastro. Y yo no podía ver nada, me tenía cogida, atrapada entre cojines. Lo único que podía hacer era desistir, rendirme ante sus uñas de gata salvaje y gozar.


Michelle Pfeiffer, la mejor y única Catwoman

1 comentario:

Caricias dijo...

Y todo eso lo consigue un ratillo de esa peli??? La tengo que ver!!!
Un besazo y mis caricias