lunes, 1 de septiembre de 2008

Ahí. Justo ahí.



He follado con Olivier.

Me llama a las 3:30 de la tarde del sábado. Me dolía la cabeza de la fiesta del día anterior. Nada destacable, sólo un chico muy alto pidiéndome el móvil... y le dí el de verdad.
Me ducho y lavo los dientes a la vez. Me repaso las ingles. Me tomo dos ibuprofenos y salgo a por un taxi.
Me planto en su casa a las 4:30 de la tarde. Vemos unos vídeos en su ordenador, él está nervios y yo controlando la situación. Me voy a su cuarto y me tumbo en ese colchón que tantos gemidos y fluidos nuestros a sentido. Él se tumba a mi lado. Me encanta cuando me dice que le duele la espalda, eso significa "quiero que me folles".
Accedo a hacerle un masaje. Eso significa que nos vamos a tocar. Desde hace más de un mes que no todo su piel. Se quita la camiseta y en silencio se tumba bocaabajo, yo me siento en sobre su trasero y procedo a masajear sus cervicales. Respiramos a la vez.

Bajo hasta su cuello y le doy un beso, luego en el otro lado. Pequeño, suave, sin hacer demasiado ruido. Me mojo los labios y le doy otro un poco más abajo. Voy a la espalda y mi lengua rueda a lo largo de su columna. Subo y jugueteo con su oreja derecha. Ojalá pudiese mordérsela y llevármela a mi casa, para masturbarme con ella cada noche. Él mueve el culo hacia arriba, apretándolo contra mi entrepierna. Deslizo una mano por su costado derecho y busco su pequeño pero precioso pene. Noto su oscuro y rizado vello en la yema de mis dedos. Su culo está buscando guerra, y la va a tener. Gira su cara hacia la derecha y yo me acerco: nos hablamos con los suspiros. Oigo su respiración acelerarse cuando mi mano se hunde dentro de su pantalón. Me pone tanto notarlo existarse bajo mis manos.
Está salidísimo, y respira con la boca abierta. Me levanto un poco para que entienda que quiero algo más. Se gira con prisas y me intenta arrancar los tejanos. Le paro un poco las manos y quito la ropa con prisas. Él se está quitando los pantalones y me mira exageradamente lascivo. Serio, con la boca abierta, respirando fuerte. "Quiero follarte", me dicen sus ojos. La pasión es intontrolable. Totalmente salvaje, libre, como un huracán de fuerza 7. Vuelvo a sentarme encima de él. Me aparta la braguita negra y coloca su pene en la entrada del cielo. Cuántas veces he disfrutado con esta sensación: el principio, cuando mi cuerpo y el suyo están vírgenes el uno del otro. Cuando la presión sanguínea aumenta. Cuando mi boca se hace agua.
Me penetra con suavidad, mirándome. Estamos demasiado excitados. "O lo hacemos a lo bestia o mejor paramos", pienso. No puedo más, el hijo de puta ya sabe dónde me gusta. Me hace inclinarme hacia atrás y, poco a poco, aprieta su pene hacia dentro y hacia arriba. Justo ahí. Es él el que se mueve, yo no puedo. Dentro y fuera, con suavidad, presionando en la pared anterior, como me gusta. Ahí. Justo ahí. Su pene está caliente, ardiendo en mi interior.
Gime al verme cerrar los ojos, siento tanto placer que me vuelvo ciega. Y él sigue, ahí, justo ahí, con fuerza, arriba, despacio. Y fuera otra vez, y me coge de la cadera, y vuelve a penetrarme, fuerte, fuerte, muy fuerte me empuja hacia abajo. Hace fuerza.
Me e-n-c-a-n-t-a.
Ahora me muevo yo, deprisa, y más. Muy deprisa y más. Lo veo disfrutar y siento su pene arriba, presionando. Se levanta de golpe, me abraza y reposa mi espalda en el colchón. Mira cómo me la mete, y yo lo miro a él frunciendo el ceño. El placer es desgarrador. Y ahora hago algo que me encanta, que a él y a todos les excita tremendísimamente: mis manos en su trasero, firme, redondo, duro, y yo apretándolo contra mi sexo, con fuerza, controlando el movimiento: dentro, fuera, dentro, fuera, dentro y fuera. Y más dentro fuerte, y a fuera despacio. Y dentro-fuera, dentro-fuera, dentro y dentro y arriba, y más dentro. Muy deprisa.
- No... - dice - ... no... si... si... sigas... no sigas... - alcanza a decir, pero yo estoy fuera de mí, completamente ida, tremendamente excitada. Más deprisa lo aprisiono contra mí, tan fuerte que hacemos mucho ruido. Chocamos una y otra vez el uno contra el otro, salvajemente. Y más, y más. "La ventana está abierta, nos van a oír los vecinos. Me da igual. Pero estamos haciendo demasiado ruido. Da igual", pienso.
Con tal fuerza mis manos estaban apretándolo contra mí, que no pudo más.
- No... jo... jo-der... no - gimió hacia el techo y se corrió en mi pierna, en mi estómago, encima del pircing del ombligo, encima de mi pecho izquierdo, en mi cuello. Él seguía masturbándose, poco a poco, y seguía corriéndose. Notaba el calor de su interior en mi barriga, estaba empapada.
- No... Olivier... todavía no... - le digo yo entrecortada. Quería seguir.
- No puedo, cuando me coges por ahí ya sabes que es insoportable. - me dice tumbándose.
- Ya, pero es que... casi, estaba.
- No puedo, de verdad... porque... veo que te excitas muchísimo apretándome el culo... y me guías hasta donde te gusta, ahí arriba... y esa zona... a mí... me pone demasiado. Tan blanda... tan tierna...

He pasado todo el domingo follando con Olivier en su casa. Se va dentro de una semana a Africa, y necesitábamos el uno del otro. Sexo en el sofá, en la cocina, sexo oral, sexo manual y un sexo anal esta mañana de tres estrelas Michelín.

Algunos imanes de su nevera
30 agosto 2008

8 comentarios:

unhombrelibre dijo...

Si,... yo también vuelvo con las pilas más cargadas de lo habitual...

Besos, UHL

Pablete dijo...

Tres estrellas Michelín no están nada mal..... cuida mucho a este chico, que no todos llegan a esa categoría. Con llegar a una estrella, muchos nos daríamos con un canto en los dientes.... jijiji

Un beso cielo, como siempre me has puesto burro....

Anónimo dijo...

¡Qué preciosidad de relato, niña! ¡Fascinante! Y... tan tremendamente excitante que... buffff... se me han despertado todos los sentidos. Muchísimas gracias, de verdad, por compartirlo. A mí también me encanta que me agarren de ahí, y si lo acompañan de algún azote ¡ya ni te cuento!

Un beso para ti, guapísima
tTiger

Adolfo Morales dijo...

Yo estaré por aquí.

Puta Inocencia dijo...

Ahí justo ahí mmmmm la caña vamos!!!
Me alegro por ti...
Espero q no le eches demasiado de menos, q luego te nos mustias...
Un besazoooo

Anónimo dijo...

mmm...como mínimo te quedas con un buen recuerdo...del chef.


kisses!

Anónimo dijo...

joder.... con olivier.

besos /gracias

Shan dijo...

Estoooo... tú sabes escribir ¿verdad? Tremenda historia, con tal lujo de detalles que he llegado a sentir esas manos tuyas en mi trasero, controlando los movimientos de nuestras caderas... ufff. Un besazo!